La vida pasada
En su primera epístola el Apóstol Pedro dice:
“Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles,
andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y
abominables idolatrías”. 1Pedro 4:3. (Versión
Reina-Valera 1960).
En otra
versión con lenguaje mas actualizado leemos: “En el pasado, han tenido más que
suficiente de las cosas perversas que les gusta hacer a los que no tienen a
Dios: inmoralidad y pasiones sexuales, parrandas borracheras, fiestas
desenfrenadas y abominable adoración a ídolos”.
1Pedro 4:3. (Versión Nueva
Traducción Viviente).
Cuando
el Cristiano analiza su vida pasada es capaz de entender el impacto y
significado del sacrificio de Jesús en su vida; cada hombre o mujer que ha sido
redimido sabe que el sacrificio de Cristo le dio una oportunidad inmerecida,
solo la gracia de Dios pudo hacerlo y gracias a que nos fue dado el Espíritu
Santo nuestras vidas tomaron un rumbo diferente, a tal punto, que ya no
pensamos como en aquellos tiempos cuando andábamos en nuestro ciego desenfreno.
Es muy importante que como Cristianos entendamos que el precio de nuestra
redención fue muy alto, el Rey de reyes, el Altísimo y todopoderoso amó tanto
al ser que creo que se entrego en sacrificio, se humilló hasta la muerte, el no
estaba obligado a hacer esto, El es el dueño de todo y Todopoderoso, solo hay
una explicación para que tomara una decisión como esa: “Amor”, nunca hubiéramos
podido pagar por nuestra salvación, nada que hiciéramos nos pudo haber salvado,
solo un especial sacrificio por amor. Es por eso que como Cristianos tenemos
que valorar esa acción tan hermosa y aunque no podemos pagar el beneficio, si
podemos responder dedicando nuestras vidas de manera especial para Dios
presentando nuestras vidas, nuestros cuerpos en sacrificio vivo y santo
agradable a Dios como dice en Romanos 12:1; además nos dice el autor de Hebreos
“Seguid la paz con todos, y la SANTIDAD, sin la cual nadie verá al Señor” Heb
12:14.
Lo
pasado quedó atrás, Dios perdonó nuestro pasado para borrón y cuenta nueva, de
manera que debemos olvidar lo que pasó y ya no podemos andar en lo que fue
perdonado, tampoco debemos recordar para deleitarnos por aquello que sabemos
que era (y que es) malo; el Dr John MacArthur en un comentario a 1Pedro 4:3
dice: “En el creyente verdadero, el pecado es una carga que lo aflige y nunca
un placer que lo deleita”. No podemos
recordar nuestra vida pasada como si fuera algo para anhelar, por el contrario
debería ser algo por lo que deberíamos sentir vergüenza delante de nuestro
creador y de igual manera tenemos que sentirnos agradecidos porque Dios tuvo
misericordia de nosotros a tal punto que nos saco de esa vida y nos limpio de
todo aquello que nos impedía tener una relación perfecta con nuestro Creador.
No es fácil vivir una vida en santidad si lo hacemos por cuenta propia, es por
eso que se nos ha dado el Espíritu Santo, el cual sabrá guiarnos en todos los
aspectos de nuestra vida.
“Si
confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados
y limpiarnos de toda maldad” 1Juan 1:9.
Vale la pena consagrarnos en santidad a
nuestro Dios.
Oscar
Molina.
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