jueves, 19 de febrero de 2015

La vida pasada

 En su primera epístola el Apóstol Pedro dice: “Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías”.  1Pedro 4:3. (Versión Reina-Valera 1960).
En otra versión con lenguaje mas actualizado leemos: “En el pasado, han tenido más que suficiente de las cosas perversas que les gusta hacer a los que no tienen a Dios: inmoralidad y pasiones sexuales, parrandas borracheras, fiestas desenfrenadas y abominable adoración a ídolos”.  1Pedro 4:3.  (Versión Nueva Traducción Viviente).
Cuando el Cristiano analiza su vida pasada es capaz de entender el impacto y significado del sacrificio de Jesús en su vida; cada hombre o mujer que ha sido redimido sabe que el sacrificio de Cristo le dio una oportunidad inmerecida, solo la gracia de Dios pudo hacerlo y gracias a que nos fue dado el Espíritu Santo nuestras vidas tomaron un rumbo diferente, a tal punto, que ya no pensamos como en aquellos tiempos cuando andábamos en nuestro ciego desenfreno. Es muy importante que como Cristianos entendamos que el precio de nuestra redención fue muy alto, el Rey de reyes, el Altísimo y todopoderoso amó tanto al ser que creo que se entrego en sacrificio, se humilló hasta la muerte, el no estaba obligado a hacer esto, El es el dueño de todo y Todopoderoso, solo hay una explicación para que tomara una decisión como esa: “Amor”, nunca hubiéramos podido pagar por nuestra salvación, nada que hiciéramos nos pudo haber salvado, solo un especial sacrificio por amor. Es por eso que como Cristianos tenemos que valorar esa acción tan hermosa y aunque no podemos pagar el beneficio, si podemos responder dedicando nuestras vidas de manera especial para Dios presentando nuestras vidas, nuestros cuerpos en sacrificio vivo y santo agradable a Dios como dice en Romanos 12:1; además nos dice el autor de Hebreos “Seguid la paz con todos, y la SANTIDAD, sin la cual nadie verá al Señor”    Heb 12:14.
Lo pasado quedó atrás, Dios perdonó nuestro pasado para borrón y cuenta nueva, de manera que debemos olvidar lo que pasó y ya no podemos andar en lo que fue perdonado, tampoco debemos recordar para deleitarnos por aquello que sabemos que era (y que es) malo; el Dr John MacArthur en un comentario a 1Pedro 4:3 dice: “En el creyente verdadero, el pecado es una carga que lo aflige y nunca un placer que lo deleita”.  No podemos recordar nuestra vida pasada como si fuera algo para anhelar, por el contrario debería ser algo por lo que deberíamos sentir vergüenza delante de nuestro creador y de igual manera tenemos que sentirnos agradecidos porque Dios tuvo misericordia de nosotros a tal punto que nos saco de esa vida y nos limpio de todo aquello que nos impedía tener una relación perfecta con nuestro Creador. No es fácil vivir una vida en santidad si lo hacemos por cuenta propia, es por eso que se nos ha dado el Espíritu Santo, el cual sabrá guiarnos en todos los aspectos de nuestra vida.
“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”  1Juan 1:9.
 Vale la pena consagrarnos en santidad a nuestro Dios.

Oscar Molina. 

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