16 febrero, 2015 Comentarios
La aceleración del cambio climático y su impacto
sobre la producción agrícola implica que se necesitarán profundos cambios
sociales en las próximas décadas para alimentar la creciente población mundial,
han alertado varios investigadores en una conferencia científica anual.
Según los científicos, la producción alimentaria
deberá duplicarse en los próximos 35 años para alimentar a la población mundial
de 9.000 millones de habitantes en 2050, en contraposición a los 7.000 millones
que hay en la actualidad, informa AFP.
Alimentar al mundo “implicará algunos cambios en
términos de minimizar el factor climático”, dijo Jerry Hatfield, director del
Laboratorio Nacional para la Agricultura y el Medio Ambiente. La volatilidad de
las lluvias, las frecuentes sequías y el incremento de las temperaturas afectan
a los cultivos de grano, por lo que se deberán adoptar medidas, afirmó el
domingo durante la reunión anual de la Asociación estadounidense para el Avance
de la Ciencia. “Si se evalúa la producción desde el 2000 al 2050, básicamente
deberíamos producir la misma cantidad de alimentos que produjimos en los
últimos 500 años”, ha pronosticado. Sin embargo, globalmente los niveles de uso
de la tierra y la productividad continuarán degradando el suelo, ha advertido.
“En lo que respecta a la proyección para el Medio
Oeste (de EE UU), estamos convencidos de que las temperaturas se incrementarán
bastante”, ha afirmado Kenneth Kunkel, climatólogo de la Administración
Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense, refiriéndose a la región del
cereal del centro del país. Kunkel ha estudiado el impacto del calentamiento
global en el Medio Oeste, donde la mayor amenaza para la seguridad alimentaria
es la sequía. Esta región tiene altas probabilidades de sufrir la peor sequía
del siglo XXI y del último milenio, constituyendo una amenaza directa para los
habitantes de esta área, alertaron científicos el jueves, en la apertura de la
Conferencia, celebrada en San José, California. El cambio climático se está produciendo tan rápidamente que los seres
humanos pronto enfrentarán una situación sin precedentes, dijo Kunkel.
Sin embargo, James Gerber, un experto agrícola de
la Universidad de Minnesota, dijo que reducir el desperdicio de alimentos y el
consumo de carnes rojas ayudaría. La reducción del número de cabezas de ganado
disminuye el impacto ambiental, incluidas las emisiones de metano, un potente
gas que produce el efecto invernadero. Gerber dijo que los científicos
identificaron “tendencias bastante preocupantes” como la disminución global de
las reservas de grano, que brindan a la sociedad una importante red de
seguridad. El científico también expresó su preocupación sobre el hecho de que
la mayoría de la producción de grano está concentrada en áreas vulnerables al
calentamiento climático. Gerber no descartó un mayor uso de organismos
genéticamente modificados u OGM como medio de incrementar la disponibilidad de
alimentos.
Paul Ehrlich, presidente del Centro para la
Conservación Biológica de la Universidad de Stanford, dijo que el problema
requiere “un cambio real social y cultural en todo el planeta”. “Si tuviéramos
1.000 años para resolverlo, estaría muy tranquilo, pero podríamos tener 10 o 20
años” solamente, advirtió.
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