Nuestro sentimiento de inferioridad
Efesios
3:14-21
El mundo nos bombardea con mensajes que alimentan los
sentimientos de inferioridad. Nos promete felicidad y satisfacción solo si
conducimos el auto más moderno, nos ponemos la ropa de última moda o adquirimos
mejor musculatura, al mismo tiempo que perdemos esos antiestéticos kilos de
más. Si no nos cuidamos de tales ataques, el mundo expulsará de nuestra mente
la verdad de Dios, y nos enfrascaremos en una lucha estéril por la competencia
y por la autoestima.
Con mucha frecuencia nos fijamos en lo externo para demostrarnos a nosotros mismos y a los demás que somos importantes. O pensamos: "Si sólo fuera más guapo, más rico o más inteligente, sería aceptado y apreciado". No es prudente dejar que las opiniones de otros definan nuestros sentimientos en cuanto a nosotros mismos; la única evaluación real de nosotros viene de mirar a los ojos de Aquel que nos amó lo suficiente para morir en nuestro lugar.
Con mucha frecuencia nos fijamos en lo externo para demostrarnos a nosotros mismos y a los demás que somos importantes. O pensamos: "Si sólo fuera más guapo, más rico o más inteligente, sería aceptado y apreciado". No es prudente dejar que las opiniones de otros definan nuestros sentimientos en cuanto a nosotros mismos; la única evaluación real de nosotros viene de mirar a los ojos de Aquel que nos amó lo suficiente para morir en nuestro lugar.
Pablo dijo a sus lectores que el valor verdadero estaba
en conocer y comprender las dimensiones del amor de Dios por ellos. Este
conocimiento es nuestra ancla cuando nos abrumen los sentimientos de
inferioridad, o los fracasos nos impulsen a autorreprocharnos y a retirarnos
derrotados. Observe que el Señor no nos dice que nos dará todas las cualidades
y las cosas que pensamos que acabarán con nuestro sentimiento de inferioridad;
lo que promete es fortalecernos "en el hombre interior" (v. 16).
Dios "es poderoso para hacer mucho más… de lo que
pedimos o entendemos" (v. 20), pero su método es trabajar de adentro hacia
fuera, "según el poder que actúa en nosotros". Si usted lucha con
sentimientos de inferioridad, pídale a Dios que sane su alma haciendo una gran
obra en su interior. Dios "es poderoso para hacer mucho más… de lo que
pedimos o entendemos", pero su método es trabajar de adentro hacia
fuera."
Tomado de: Encuentro con Jesús Oneplace.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario