martes, 5 de mayo de 2015

¿Creer o no Creer?

¿Por qué a las personas les cuesta tanto creer en el Dios que nos presenta la Biblia?
Es posible que existan muchas rezones, pero me gustaría mencionar por lo menos tres, las cuales considero que son de mucho peso.  La primera tiene que ver con el significado que tienen las Sagradas Escrituras para las personas; si la Biblia para usted no es una autoridad entonces entiendo su dificultad para creer, es importante que el incrédulo por si mismo trate conocer cuál es el origen de la Biblia y juzgue luego si es o no palabra de Dios; le aseguro que usted se enterara de cosas que le sorprenderán por que la Biblia es clara y nunca nadie pudo negar ni su veracidad ni su autoridad, el Apóstol Pablo afirma: “Toda la escritura es inspirada por Dios…” 2Tim 3:16   (Para conocer el origen de las escrituras recomiendo un libro que lleva por título “Evidencia que Exige un veredicto” de  Josh McDowell).                                                       
Otra razón es la manera distorsionada que ha usado la iglesia tradicional para enseñar acerca de Dios, desde muy pequeño el ser humano comienza a aprender un evangelio que no se parece en nada al evangelio que los Apóstoles escribieron; cuando esa persona va creciendo esas enseñanzas distorsionadas se unen a tradiciones de los pueblos lo cual les va alejando mas y mas de Dios, esto a su vez les crea una barrera que le imposibilita absorber la verdad del evangelio y cuando llegan a la edad de adulto o a su vejez, si usted trata de enseñarles la verdad, piensan que se les está animando a cambiar de religión; no pueden entender que el evangelio no es religión y que Cristo no vino a predicar una religión, la religión esclaviza y Cristo vino a libertarnos.   
Una tercera razón tiene que ver con aquella famosa frase que reza: “Ver para creer”. Las personas quieren creer en algo que puedan ver, algo tangible; ellos son capaces de creer y poner su fe en algo o alguien que esté al alcance de su mano y que tiene forma y es por eso que ponen su fe en las imágenes que no hablan ni ven ni oyen ni pueden trasladarse, pero eso fue lo que aprendieron desde niños; no pueden creer en un Dios que es Espíritu y que es Rey soberano en todo el universo, que es todo poderoso y no comparte su gloria con nadie; solo El es digno de toda alabanza, exaltación, de toda gloria y todo honor, no existe nada ni nadie que esté por encima de Él ni que sea superior a Él, El es el Rey de Reyes y Señor de Señores.
Toda la gloria del universo, de los cielos y la tierra pertenecen al Dios Altísimo el cual ama tanto al hombre (al ser humano) que entrego a su Hijo unigénito para salvarle a usted de la condenación; usted se preguntará, ¿Cuál condenación? Pues la Biblia nos enseña que todo ser humano nace bajo condenación y es por eso que el ser humano necesita un salvador el cual se sacrificó para que nuestra deuda fuera pagada, nos libró de la condenación del pecado que se desarrolla en el hombre y lo aparta colocándole de espaldas a Dios, haciéndole creer que adorando ídolos e imágenes de talla se está acercando a Dios lo cual le acarrea una condena.
Dios ha decidido terminar con este sistema mundial que actualmente conocemos, el día y la hora nadie lo sabe, pero si podemos observar las señales las cuales están descritas en las Sagradas Escrituras, sabemos que el momento está cada vez más cerca y mucho más de lo que usted imagina, Jesús enseñó claramente que viene por segunda vez, no como la primera, dice la Biblia que ahora viene como Juez y que juzgará con vara de hierro y si usted permanece en incredulidad, créalo,  se las verá muy mal. Es necesario que usted se olvide de los ídolos e imágenes y entregue su vida al Único que podrá salvarle y librarle de los juicios que vendrán sobre la humanidad. Algunos dirán: “eso lo he escuchado ya hace mucho tiempo” pero el Apóstol Pedro nos afirma: “El Señor no retarda su promesa…. Sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno parezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”. 2Pedro 3:9.  Le animo a ORAR de manera sencilla, pida a Dios perdón por sus pecados e invite a Jesús a entrar en su corazón, entréguele su vida y crea que el sacrificio de Jesús es necesario y suficiente para salvarle de la condenación eterna; luego sea fiel a Dios y congréguese en un lugar en el cual enseñen el verdadero evangelio.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al padre sino por Mí” Juan 14:6.

Oscar Molina. 

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