¿Está usted seguro de su salvación?
Para ningún cristiano es un secreto que
estamos muy cerca de los acontecimientos que serán la antesala a la llegada del
momento mas hermoso de nuestra redención, nada mas y nada menos que la llegada
de nuestro redentor, el Rey de reyes y Señor de señores; si usted no lo ha
percibido tómese un tiempo para investigar sobre este asunto y se dará cuenta
que las señales están por todos lados, hasta los mismos rabinos judíos que no
creen en Jesús como Mesías Salvador perciben que el momento está cerca.
Ahora bien, es lógico que un creyente desee
estar PREPARADO para ese momento, pues, así debería ser, el mismo Jesús dice: “Por
tanto, también vosotros estad PREPARADOS, porque el Hijo del hombre vendrá a la
hora que no pensáis”. Mat 24:44
También dice: “Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando
su Señor venga, lo halle haciendo así”. Mat 24:46;
¿Lo halle haciendo qué? Lo halle como dice el Apóstol Pedro, siendo “buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios”. 1P 4:10. Si usted es un buen administrador o mayordomo
de su Señor, entonces usted esta preparado para el gran encuentro con su Señor,
eso es suficiente, no hace falta que usted se ponga inventar y tratar de hacer ritos místicos para elevar su
entrega y santidad solo porque la llegada del Señor está cerca, no es así,
recuerde que su entrega y santidad es un estado en el que todo creyente debe
permanecer de manera normal y no por que el rey está cerca y nos portamos bien
por amor a aquel que nos salvó.
La preparación del creyente para el encuentro
con su Señor no consiste en lo que usted puede lograr por sus propias fuerzas o
sacrificios, no se trata de cuanto conocimiento tenga en las cosas
espirituales, tampoco cuanto conocimiento de la Biblia maneje, no es por cuanto
predica, ni por cuanto pueda gritar cuando ora o por cuanto vocabulario
evangélico domine, no son sus esfuerzos ni sus méritos lo que le garantizan que
su nombre esté inscrito en el Libro de la Vida; es el sacrificio perfecto de
Jesús lo que le garantiza su salvación y su inscripción en el Libro de la Vida.
Es cierto que el Señor está a las puertas,
muy cerca, pero el cristiano debe vivir una vida normal, en su trabajo, en el
liceo, en la universidad, en la sociedad; no debemos bajar el nivel de comunicación
del evangelio porque eso debe ser lo normal en todo creyente, en otras
palabras, hay que seguir predicando; tampoco debemos bajar el nivel de nuestro
termómetro de santidad porque el mismo Apóstol Pedro nos dice que sin santidad
nadie verá al Señor, pero no pensemos que lo que hagamos es lo que nos dará la
garantía de nuestra salvación, todo lo que usted y yo hacemos por el evangelio
y por las almas debemos hacerlo por amor a aquel nos salvó, por agradecimiento
y porque queremos agradar a nuestro Dios siendo buenos administradores de su
multiforme gracia.
Vale la pena recordar un texto, que aunque le
fue dicho a un joven, creo que debería ser meditado por todo creyente; el
Apóstol Pablo le dice a Timoteo: “…. Sé ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor, espíritu, fe y pureza… Ocúpate en la lectura la exhortación y
la enseñanza…. Ocúpate en estas cosas, permanece en ellas…. Ten cuidado de ti
mismo y de la doctrina….” 1Tim 4:12-15
Si usted acepto a Jesús como su ÚNICO y
SUFICIENTE Salvador y es un buen administrador de la gran responsabilidad que
Dios puso en sus manos, entonces usted es un cristiano y está preparado para
recibir a su Señor.
Recuerde: “Bienaventurado aquel siervo al
cual, cuando su señor venga, lo halle haciendo así” Mat 24:46.
Oscar Molina.
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