lunes, 30 de marzo de 2015

El Dios a quien oramos

Nehemías-1           
¿Cuál es su concepto del Señor? ¿Lo ve como el Único que puede manejar cada uno de los problemas que trae ante Él? Nehemías conocía a Dios de esta manera. Después de enterarse de la ruina de Jerusalén, lloró, ayunó, y le pidió que interviniera. Su súplica ofrece un vislumbre de cómo veía al Todopoderoso (Neh 1:5-11).
Primero, el término hebreo Jehová se refiere al Único absoluto en fidelidad. Luego, el título Elohim indica el poder infinito de Dios y su soberanía sobre el universo. Por último, Adonai significa “gobernante sobre todo”. Nehemías traía su petición ante el trono con plena confianza en Dios. Y el Señor respondió su oración de manera poderosa y dramática. Como copero en el palacio, Nehemías probaba primero la comida y la bebida para proteger al rey Artajerjes de un posible envenenamiento. Para un servidor de esa posición, lucir triste era muy arriesgado (2:1), pero la terrible noticia lo abatió.
Por tanto, el Señor obró un milagro: Cuando el rey preguntó qué afligía a su copero, Nehemías expresó su angustia por el pueblo judío. En vez de castigarlo, Artajerjes le permitió ir a reconstruir lo que había sido destruido, ¡y hasta proveyó los materiales! Dios se encargó de lo que parecía ser una carga abrumadora y sin salida para Nehemías en ese entonces, y Él puede hacer lo mismo por nosotros en el presente.
Tener el concepto correcto del Señor nos permitirá acercarnos a Él con confianza absoluta. Y sabemos que Él escuchará y responderá nuestras oraciones (Sal 86:7). Recuerde que Él es absoluto en fidelidad e infinito en poder. Nuestro Padre celestial lo gobierna todo.

Tomado de: Encuentro con Jesús    oneplace.com

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