miércoles, 17 de julio de 2019

¿Ha meditado sobre la vida y la muerte?

¿Qué es la muerte?  Para definir la muerte primero tenemos que decir que existen dos tipos de muerte, la muerte física y muerte espiritual.
La muerte espiritual es la separación  del ser humano de su Dios; fue lo que sucedió en edén a la primera pareja cuando desobedecieron a su Creador; es la condición en que viven las mayorías en el planeta, esto fue el motivo por el cual Cristo se entregó, para reconciliar al hombre (ser humano) con el Creador; lamentablemente muchos no lo entienden y prefieren mantener esa condición.
La muerte física es un fenómeno universal que marca la terminación de la vida física y la experimentan todos los seres vivos como plantas, animales, etc.
En el ser humano la muerte (física) consiste básicamente en la separación entre lo físico y lo inmaterial, o sea, el cuerpo y el alma. Aunque los seres humanos no fueron creados para morir, normalmente la muerte física sigue siendo inevitable para todo ser humano y es por lo general muy lamentada. La Biblia nos dice, hablando de los días del hombre en el Salmo 90:10 “Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos ochenta años, con todo su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos”. Aquí el punto no es cuanto vivimos porque de hecho conocimos personas que quizás vivieron un poco más, aquí el punto es lo breve que es la vida, no importa cuántos años viva una persona, la vida sigue siendo breve y se nos va de las manos cuando menos lo esperamos; el Apóstol Santiago dice en su carta “… Porque ¿Qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece” (Stg. 4:14),  no importa si nuestra muerte ha sido anunciada por tener una enfermedad terminal, nunca nos acostumbraremos a la muerte porque fuimos creados para vivir y no para morir.
La vida es un don precioso cuya fuente es Dios el Creador de todas las cosas y aunque el hombre se ha mantenido apartado o separado de Dios, por su misericordia Dios le permite vivir, dándole así la oportunidad de reconciliación para que experimente una vida muy superior a la que posee, Cristo realizo el trabajo para que eso sea posible, por tanto es de suma urgencia que usted que ha vivido en esa condición de separación espiritual entienda que una vez manifestada la muerte física, ya no habrá más oportunidad de salvación para usted; luego de esto habrá una muerte más que en la Biblia se denomina “la muerte segunda” (Apoc 2:11, 20:6, 20:14, 21:8) esta será la destrucción total en el infierno; pero usted no tiene que pasar por esto, Cristo realizó el trabajo completo, no solo para reconciliar al hombre con su Creador, sino también para darle vida en abundancia; Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en  aunque esté muerto vivirá. Todo aquel que cree en mí, no morirá eternamente….” (Jn.11:25,26); aunque usted no lo crea, muchos caminan en el mundo pero están muertos, separados de Dios, esa situación puede cambiar para usted, solo debe reconocer a “Cristo como su único y suficiente Salvador”, confesarle a Dios sus pecados con una oración sencilla, apartarse de dicho pecado manifestando así arrepentimiento e invitarle a entrar a su corazón para tomar el control de su vida, ¿se da cuenta que fácil es tener la vida abundante que ofrece Cristo?, pero recuerde, tenemos un enemigo que podría llegar primero si usted no se apresura, se llama muerte, es un enemigo sigiloso, llega cuando menos se le espera, por tanto debe estar preparado(a) para que cuando le toque volar vaya seguro, la muerte física será inevitable, pero su alma seguirá viviendo por los siglos, gozando de todas las maravillas que Dios tiene guardadas para usted. Los creyentes en Jesucristo no tienen nada de que temer, pues ya han pasado de muerte a vida y la están disfrutando desde ya, cuando la muerte física llegue solo habrá un cambio de dimensión para el creyente y continuará esa vida que Cristo le dio cuando creyó en Él; la pregunta sería, si sabemos que la vida es corta, ¿Qué estamos haciendo con ella? ¿En qué la estamos invirtiendo? ¿La estamos llenando más y más de este sistema mundial pasajero? o ¿estamos haciendo tesoros en los cielos?, nunca olvidemos, la vida es corta y bien vale la pena invertirla y administrarla para Dios, lo cual tiene trascendencia eterna; ¿Qué son 50, 70 o 90 años comparados con la eternidad?  Piénselo….
Oscar Molina

Laespadade2filos.blogspot.com

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