domingo, 9 de noviembre de 2014

¿Alumbras?
En el capítulo 5 del Evangelio según San Mateo se nos narra uno de los discursos en el cual se encuentra la pura esencia del evangelio, las enseñanzas de Jesús que han sido tituladas como “El sermón del monte”.
En los versos 14 hasta el 16, Jesús enseña a la multitud lo siguiente: “Vosotros sois la luz del mundo. . . .”    Luego continua diciendo: “No se enciende una luz y se pone debajo de un almud”, un almud era una especie de canasta que se usaba para medida de granos, de manera que no se enciende una luz para esconderla, dice el Señor que se coloca en un lugar donde alumbre a todos y finaliza este punto en el verso 16, pero es interesante la manera en que fue traducido en la versión Nueva Traducción Viviente o Biblia Vida Abundante, fíjese como dice: “De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial”; es bueno aclarar aquí que la idea no es que vean cuan buenos somos, sino que cuando las personas vean un comportamiento ejemplar, sean motivados a pensar en la grandeza de Dios a tal punto que puedan alabarle y bendecirle; Ahora mi pregunta es: ¿se da cuenta usted de la gran responsabilidad que tenemos de irradiar luz? es posible que en un lugar que esta lleno de personas, como por ejemplo un centro comercial, podamos pasar de inadvertidos, sin embargo una mala acción seria notoria de inmediato; pero si estamos en un lugar donde todos saben que somos Cristianos, le aseguro que todos estarán pendientes de nuestras acciones y prestos a criticar cualquiera que fuere nuestro error, sea de echo o de palabras.
Lo antes ya expuesto nos obliga a examinarnos todos los días y a preguntarnos ¿estoy irradiando luz realmente?; llama la atención que muchos hablan del evangelio y predican corrigen a todo el mundo pero no son ejemplo para nadie, su manera de comportarse y su vocabulario les acusa a tal punto que se convierten en obstáculo para muchos de manera que no dejan llegar la verdadera luz a quienes están a su alrededor, lo cual es verdaderamente grave y mas cuando todos a nuestro alrededor saben que somos Cristianos. No nos toca a nosotros juzgar a nadie o afirmar quien es salvo o no, eso solo lo sabe Dios, pero si es muy importante que cada uno de nosotros se examine frente a las enseñanzas de nuestro Maestro y en oración pidamos a Dios que nos enseñe donde fallamos, pidamos a Dios que ayude a cambiar todo aquello que se convierte en tropiezo para que otros puedan ver la luz del evangelio; si Dios es con notros podemos cambiar y nuestro testimonio puede ser de bendición para muchos.
Para finalizar esta reflexión quiero dejar un verso para que nos demos cuenta de lo que Dios espera de nosotros, no lo invente yo, esta allí en su biblia en Mateo 5:48, dice: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que esta en los cielos es Perfecto”; pero que podemos esperar de un Dios perfecto, aunque parezca inalcanzable este estándar Dios no puede rebajarlo sin comprometer su propia perfección, gracias a Dios que Cristo lo alcanzó en nuestro beneficio nos corresponde ahora a nosotros ser completos y maduros, y aunque nos parezca muy difícil tratemos de alcanzar esa perfección, quizás nos llegue el momento de partir antes de alcanzarlo pero vale la pena el esfuerzo. Nunca olvidemos: “. . . ., dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre Celestial”  Mat 5:16. NTV.

Oscar Molina.

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