lunes, 5 de diciembre de 2016

¿Se pierde la Salvación?

Son muchos los creyentes que por no estudiar las Escrituras están convencidos de que la salvación se pierde y se apoyan en unos versículos que se encuentran en Hebreos 6:4 al 6 que dice: “ (4)Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, (5)y así mismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, (6)y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio”.
Recordemos que la carta fue escrita para judíos que creyeron en Cristo.
Si leemos esto sin tomar en cuenta su contexto, allí dice lo que apoya su tesis en cuanto a que la salvación se pierde, por tanto es necesario estudiar a fondo estos versos desde el punto de vista del idioma original para entender mejor lo que el autor de la carta quiso enseñar.
El primer versículo del capítulo 6 habla de dejar los rudimentos de la doctrina de Cristo, esto es, las enseñanzas básicas, también habla de ir a la perfección o sea la madurez; en el verso 4 habla de los que fueron “iluminados”, la palabra griega para iluminados es: “Fortizo” que significa exponer a la luz (luz del Evangelio), aclarar por medio de la exposición de las Escrituras; como usted verá Fortizo no implica ser salvo, solo se está hablando de a quienes se le expuso la palabra de Dios, un ejemplo de esto sería el caso de Judas, fue iluminado porque se le expuso la palabra de Dios pero nunca nació de nuevo.
Luego en el mismo verso habla de los que “Gustaron” la palabra griega allí es “Geuomai” que significa saborear, probar, experimentar en carne propia; Geuomai tampoco implica salvación ni nuevo nacimiento, mire lo que sucedió con los diez leprosos de los cuales leemos en Lucas 17: 12 al 19, los diez experimentaron en carne propia el milagro de ser limpiados de la lepra, pero solo uno regresó, se arrepintió, reconoció y adoró  al Salvador, luego Jesús le dijo: “Tu fe te ha salvado” Como puede ver Gustar tampoco implica salvación, una vez más vemos el ejemplo de Judas, gustó de la última cena, probó y experimentó el poder celestial (el poder de Dios) pero nunca fue salvo.
En el mismo verso 4 habla de los que “Fueron partícipes del Espíritu Santo” Partícipes del griego “Metojos” que significa: participar en algo, tener parte en algo, asociarse con otros, estar en compañía de otras personas. Por ejemplo usted está en una iglesia en un culto de alabanza, aunque no esté haciendo nada, el solo hecho de haber estado allí dice que participo de la alabanza asociado con otros pero eso no significa que por participar todos eran creyentes, el hecho de participar no le hace salvo; ¿qué significa esto? Que ser partícipe del E.S. no implica salvación, porque ciertamente el Espíritu Santo habita en medio de la alabanza pero si alguien no es creyente, tampoco es salvo y estaba allí participando.
El verso 5 habla de los “Poderes” del siglo venidero, la palabra griega para Poderes es “Dunamis” y significa: Poder milagroso, experimentar milagros. ¡Cuánta gente ha experimentado un milagro y no ha sido salvo! Por ejemplo, mire lo que sucedió en la alimentación de los 5000 que si le agregamos las mujeres y los niños debe dar un aproximado de trece o catorcemil personas, todos participaron del poder milagroso del maestro comiendo pan y pescado, luego la mayoría de esa misma gente estaba gritando “crucifícale”; y que me dice de aquellos que le dirán al Señor: en tu nombre echamos fuera demonios, profetizamos en tu nombre, en tu nombre hicimos milagros, entonces el Señor les dirá “Nunca os conocí” ellos nunca nacieron de nuevo, nunca fueron salvos.
Se habla también en el verso 6 de los que “Recayeron”, aquí la palabra griega es “Parapipto” que significa “Caer al lado del camino” fíjese en esto, si el único camino es Cristo y a  alguien se le aclaro y se le dio a conocer que Cristo es el único camino y lo deja buscando un camino errado, él ya tropezó, cayó al lado del camino por consiguiente se convierte en apóstata porque deja las enseñanzas saliéndose del camino que lo puede llevar a Cristo, pero él no estaba necesariamente en Cristo, aquí podríamos preguntarnos ¿era salvo?, un apóstata nunca nació de nuevo.
Sean ya “Renovados” aquí la palabra griega para Renovados es “Anakainizo” esta palabra significa repetición, restaurar a, mejorar cada vez más. Anakainizo implica transformación constante
en la forma de pensar; como vera esta palabra tampoco implica nuevo nacimiento.
Si usted usa estos versos para comprobar que la salvación se pierde, sepa que aquí no se está hablando de salvación, la salvación no se pierde porque no fue usted quien la gano, fue Cristo quien la ganó para usted; ¿significa esto que puedo continuar en una vida de pecado y hacer lo se me antoje? NO, un nacido de nuevo no piensa ni actúa de esa manera, el Apóstol Pablo fue muy claro con los romanos cuando hizo la pregunta: “¿Qué pues diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? EN NINGUNA MANERA. Porque los que hemos muerto al pecado ¿cómo viviremos aún en él? Romanos 6:1-2.
En conclusión, ninguno de estos versos habla de salvación, la carta a los Hebreos fue escrita a judíos que fueron iluminados, que participaron, que probaron, pero muchos de ellos decidieron confiar en las buenas obras y ya no se pudo hacer nada por ellos, los cuales nunca fueron salvos, entonces ¿Cómo iban a perder la salvación?
NOTA: El presente estudio es un extracto del estudio titulado “La seguridad de la Salvación” de la serie “Seguros en Cristo” del pastor Chuy Olivares de Casa de Oración México.

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