viernes, 13 de mayo de 2016

¿PARA QUE SIRVEN SUS BUENAS OBRAS?

En las Sagradas Escrituras Jesús cuenta una parábola, específicamente en Lucas 10:30-37, en la cual trataba de enseñar quien era el prójimo; llama la atención que en el ejemplo quien hizo la buena obra al prójimo era un samaritano y estos eran muy rechazados y discriminados por los judíos por razones raciales (los samaritanos no eran una raza pura, eran ligados); aquel hombre hizo una buena obra , ayudó a alguien que había sido herido por ladrones en un camino , actuó con misericordia, lo que no hizo un sacerdote. Hay personas que se caracterizan por ser buenos samaritanos y sus buenas obras son el reflejo de su personalidad y del amor que sienten por sus semejantes.
Hacer obras que beneficien a nuestros semejantes es bueno pero muchos ven las buenas obras como una puerta para entrar al cielo, para ser salvos y están pensando que su justicia los llevará a Dios y es lamentable porque el día de entregar cuentas a Dios se llevarán una desagradable sorpresa, el profeta Isaías dice que nuestras justicias son como trapo de inmundicia (Isaías 64:6), de manera que las buenas obras nunca nos ayudarán a ser salvos, aunque no por eso dejaremos de hacer buenas obras.
El Apóstol Pablo nos dice con mucha claridad que la salvación es por GRACIA, dice claramente: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9); usted puede hacer grandes esfuerzos, obras de todo tipo (buenas) y con todo eso nunca alcanzaría la misericordia de Dios para ser salvo(a) porque no es por obras, es por GRACIA y la gracia es un don no merecido, es un regalo que se le da a alguien que no lo merece; ya lo dijo Isaías, nuestra justicia no sirve para nada, solo cuando recibimos el regalo de Dios por medio del sacrificio de Cristo somos hechos justos y salvos.
Si usted no ha conocido a Cristo como salvador le sugiero que acepte el regalo de Dios porque su gracia es lo único que puede salvarle y hágalo con prontitud porque el tiempo para salvación por gracia se acorta, quizás no tenga más oportunidad, no sabemos cuánto tiempo viviremos, recuerde que la muerte no avisa; después de la muerte ya no hay nada que pueda salvarle de las garras del infierno, no importa cuántos ritos le puedan hacer sus dolientes, nada podrá hacerse, solo la gracia de Dios le salvará y en vida que es cuando hay conciencia.
Si usted conoce a Cristo como su Salvador, no le agregue más nada a la gracia, agregarle le convertiría en legalista, tampoco abuse de ella, deje fluir la obediencia y las buenas obras por amor a su Salvador y no como una ayudita para salvación, recuerde que usted no merecía ese regalo, solo que a Dios le ha placido dárselo… y ahora le amamos porque Él nos amó primero y debemos ser agradecidos.
“Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, siendo JUSTIFICADOS GRATUITAMENTE por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:23-24)

Oscar Molina.  Laespadade2filos.blogspot.com

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