¿Hacia una
catástrofe medioambiental? El cambio climático está abriendo una tumba nuclear
de EE.UU.
Hace cuatro décadas Washington construyó una cúpula
de hormigón en las Islas Marshall para guardar dentro tierra y desechos
radiactivos fruto de las pruebas atómicas de la Guerra Fría.
El
cambio climático está abriendo la cúpula de una tumba nuclear de EE.UU. fruto
del programa de pruebas atómicas de la época de la Guerra Fría, la cual se
encuentra ubicada en las Islas Marshall, en el océano Pacífico, informó este
domingo Los Angeles Times.
De
acuerdo con el medio estadounidense, la desgastada cúpula de hormigón,
construida hace cuatro décadas, sube y baja con la marea. Esta contiene el
equivalente a 35 piscinas olímpicas de tierra y desechos radiactivos, incluidas
cantidades letales de plutonio producido en el país norteamericano.
Entre 1946 y 1958 EE.UU. detonó 67 bombas nucleares
en las Islas Marshall y en sus proximidades, arruinando islas enteras
y excavando cráteres en sus lagunas poco profundas, lo cual obligó a cientos de
personas a abandonar sus hogares. Además, realizó una docena de pruebas de
armas biológicas y arrojó 130 toneladas de tierra irradiada de una prueba
realizada en el estado de Nevada. Posteriormente, las autoridades
estadounidenses limpiaron el suelo contaminado en el atolón Enewetak.
Aumento de enfermedades
El ataúd de hormigón, conocido por
los lugareños como 'La Tumba', ahora corre el riesgo de colapsar debido al
aumento de la marea por culpa del deshielo de los glaciares y otros efectos
ocasionados por el cambio climático.
Los
funcionarios locales han pedido ayuda al Gobierno de EE.UU., pero este ha
declinado la oferta argumentando que dicha cúpula se encuentra en territorio de
las Islas Marshall. "No lo queremos, no lo construimos. La basura
que hay dentro no es nuestra, es de ellos", aseveró en septiembre
Hilda Heine, presidenta de este país insular.
En opinión de Michael Gerrard, investigador de la
Universidad de Columbia, "las Islas Marshall son víctimas de las dos
mayores amenazas que enfrenta la humanidad: las armas nucleares y el cambio
climático". Asimismo, aseguró que EE.UU. es el responsable directo de
dichas pruebas nucleares, indicando que "sus emisiones han contribuido más
al cambio climático que las de cualquier otro país".
El Ejecutivo de Heine asegura que antes de que
Washington y Majuro firmaran un acuerdo en 1986, el cual eximió al Gobierno de
EE.UU. de toda responsabilidad, la Casa Blanca engañó respecto a la magnitud y
el alcance de esa devastación medioambiental, ya que no reveló toda la
información acerca del contenido de la cúpula y su programa de prueba de armas.
Además, después de las pruebas nucleares
estadounidenses llevadas a cabo en los años 1950 del siglo pasado, los casos de
cáncer, abortos espontáneos y deformaciones se multiplicaron, en un país de
unos 28.000 habitantes, especialmente en niños.
¿Indemnización suficiente?
Un tribunal internacional establecido
en 1988 con jueces de ambas naciones decretó que EE.UU. debería pagar 2.300
millones de dólares al país insular a modo de indemnización, pero desde
Washington se han negado a entregar dicha cantidad, por lo que solo han pagado
cuatro millones de dólares.
Las
Islas Marshall aprobaron en septiembre una estrategia nuclear nacional que
exige un análisis de riesgos, un estudio ambiental de su territorio, así como
una evaluación de las opciones legales para su limpieza. También que EE.UU. pague la
multa establecida por la Justicia.
De hecho, en 2023 tendrán la ocasión
de renegociar el pacto de 1986, por lo que es previsible que busquen que
Washington se comprometa a cumplir sus promesas en relación con este caso. Por
otro lado, el mes pasado los legisladores de la nación insular solicitaron a la
comunidad internacional que reduzca los gases de efecto invernadero que —en su
opinión— contribuyen a empeorar lo que llaman "una crisis climática
nacional".
Fuente: Noticias RT
Laespadade2filos.blogspot.com