¡Cuidado…! El engaño está al acecho…
Un dicho muy conocido reza: “No
todo lo que brilla es oro”, muchos han sido engañados con una joya que tiene
aspecto de ser hecha con oro y ha
resultado ser un metal de poco valor que ni siquiera se acerca a la calidad y
valor del metal precioso y esto puede suceder también con piedras preciosas y
con el mismo dinero que circula en diferentes países del mundo. Vivimos tiempos
difíciles, en los cuales la mentira galopa en todos los ámbitos de la vida y
aunque es lamentable, pero hay que reconocer que está haciendo mucho daño en el
ámbito religioso, a tal punto, que muchos están siendo arrastrados por líderes cuya enseñanza es producto de
haber perdido la brújula espiritual y no ven el principal punto cardinal que es
Cristo el Señor.
El autor de Hebreos dice en el
capítulo 13 verso 9 lo siguiente: “No
os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar
el corazón con la gracia…” La carta fue dirigida a una comunidad de
judíos que estaban siendo perseguidos y por temor estaban desertando del
cristianismo y estaban muy influenciados por sus hermanos judíos inconversos
pero muy creyentes del judaísmo.
En una ocasión el Apóstol Pablo le
escribe a Timoteo lo siguiente: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la
sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros
conforme a sus propias concupiscencias, y apartaran de la verdad el oído y se
volverán a las fábulas”. 2 Timoteo 4:3-4.
En el evangelio según San Mateo
capítulo 24 verso 11 dice el mismo Jesús lo siguiente: “Y muchos falsos profetas se
levantarán y engañarán a muchos”. Y así como ellos todos los Apóstoles
que escribieron advirtieron de la importancia de estar atentos por la gran
cantidad de herejías que el maligno colaría entre los creyentes con la intención de confundirlos y arrastrarlos al error para así destruir sus vidas.
Si ya fuimos advertidos con
suficiente tiempo, entonces, ¿por qué muchos se dejan arrastrar por el error con tanta
facilidad? Podría haber diversas causas, como por ejemplo el emocionalismo o la
búsqueda de nuevas experiencias y podría haber muchas causas más, sin embargo
creo que la causa mayor es el
desconocimiento de las Escrituras, es a través de las Escrituras que
podemos conocer al Altísimo y todo poderoso Dios, es a través de las Escrituras
que conocemos su palabra, su voluntad pero si desconocemos todo esto andaremos
como bachaco sin antena, totalmente desorientados; el desconocimiento de la palabra de Dios puede
conducir al ser humano a la destrucción, es por eso que en Oseas 4:6 Dios dice:
“Mi
pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento…” fíjese a dónde nos
puede conducir la falta de conocimiento, es por eso que el Apóstol Pablo le
dice a Timoteo : “…desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te
pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”.
2 Timoteo 3:15 y luego continúa diciendo que la Escritura es inspirada por Dios
y útil para muchas cosas en la vida. Usted puede tener la mejor intensión de
buscar y servir a Dios pero si no escudriña las sagradas Escrituras, si no las
estudia, usted será un blanco fácil de las doctrinas de error y será arrastrado
con facilidad por sus enseñanzas sin fundamento alguno; yo siempre insistiré en
que todo lo que se enseñe o practique en la iglesia que no haya sido enseñado por Jesús o los
Apóstoles, está fuera de orden y debe desecharse, hoy día vemos muchas prácticas en las iglesias que ni Jesús ni los Apóstoles enseñaron, lo cual
muchas veces causa confusión entre los creyentes.
Cuando usted comience a estudiar
las Escrituras de manera ordenada y sistemática, dirigido(a) por el Espíritu
Santo nadie podrá venir a meterle cuentos, además podrá alcanzar mucha
estabilidad espiritual y tendrá la virtud de poder ayudar a otros que al igual
que usted quieren transitar por el camino recto. Anímese y comience hoy mismo a
estudiar, busque la ayuda de sus líderes que enseñan en la iglesia, ore
buscando la dirección de Dios, trate de tener una relación muy íntima con su
Creador y le aseguro que crecerá en un cimiento tan fuerte que será
inconmovible.
Hace muchos años aprendí un coro
cuya letra decía: El cimiento de mi fe solo Jesucristo es, porque roca eterna
es Él que ninguno moverá, aunque venga el tentador no tendré temor jamás…. Porque Cristo el Señor guarda mi alma con su
paz… porque Cristo el Señor guarda mi alma con su paz…
Dios le bendiga y le dé sabiduría
para entender su palabra….
Oscar Molina.
Laespadade2filos.blogspot.com